Introducción

El blog tiene la intención de esparcir conocimiento en áreas como la psicología, espiritualidad y misticismo, la información tendrá como fuente autores relacionados con las temáticas anteriormente señaladas, ademas de mi propia autoria. La finalidad no es dar información o conocimiento que yá se conoce sino contribuir con el mismo según mi propio trabajo y reflexión ,por su misma naturaleza las palabras expresadas serán de un aliento hipotético, sin fin de absolutismos ni caracteres de verdades únicas.Que este blog contribuya no solo al autoconocimiento, sino a la reflexión de cada uno de los lectores, en planos tan altos como el espiritual hasta el tan cotidiano terrenal.

lunes, 12 de marzo de 2012

Psicología de C. G. Jung y el proceso de Globalización.


Como bien se sabe, las personas para poder desarrollarse en nuestra sociedad occidental primero deben poseer un rol activo dentro de esta y no solo para participar y para adquirir un trabajo y su posterior remuneración, sino que es clave este rol para su desarrollo personal (y no me refiero solo a un desarrollo externo como lo es la vida en sociedad, sino además una actualización considerable de su valoración personal y crecimiento) y su establecimiento de mejor forma en el mundo. Este rol pasa a ser la vida de la persona a tal punto que uno ya no se llama Pedro o Esteban, si no que al presentarse frente a los demás, se presenta muchas veces según el papel que desempeña en sociedad. Por ejemplo: “hola, soy psicólogo”.
Esta función del rol social como dijimos anteriormente es necesario para el desarrollo de la persona y para su adaptación al mundo. Pero luego de establecido en la persona y viviendo más de 4 décadas a través de roles, paulatinamente vamos dejando de lado algo tan preciado como es la propia individualidad. Esto es tan sutil pero arraigado en la persona, que se hace difícil para el occidental diferenciar aquello que lo hace único, de aquello que es común para el rol que ejerce. Y hoy en día si hay algo que lleva de la mano el termino “globalizado” han sido los roles sociales que en todo estado o país occidental, sin reparar en economías socialistas o capitalistas, existen de igual forma y, de hecho, se ejercen de la misma manera incluso en las mismas instituciones. Por ejemplo el psicólogo, se sabe que ejerce en una “consulta” o en una clínica, hospital u otras instituciones. Inclusive se combaten las mismas “enfermedades” mentales en los países de occidente y oriente.

Volviendo a nuestro punto central, el establecimiento de los roles también ha sido parte de esta llamada globalización.
De hecho, si se le preguntará a un psicólogo de chile que es lo que lo diferencia de los demás psicólogos del mismo país, podríamos alcanzar diferencias solo en la forma de aplicar una teoría y valores subyacentes a la historia personal y que de buena manera, podríamos encontrar los mismos o muy similares valores en otras personas consultadas. Sus variaciones serían netamente culturales talvez, lo cual remite a otro aspecto colectivo y no individual.
Esto es fácil de entender y explicar debido a que los roles en sociedad se repiten; y comparten una ideología acompañada de una moral, un objetivo y una tarea.
Ahora bien, si le pedimos a estos mismos psicólogos que nos digan que es aquello que los diferencia de los otros psicólogos, pero ya no desde su área, sino desde su individualidad como persona, volveríamos a encontrarnos con virtudes y hasta defectos también, ya nombrados y que además corresponden a su rol como Psicólogo.

Así es como hemos llegado al punto aclaratorio, en la diferenciación tan importante pero delicada del termino persona, en diferencia a individualidad que tan difícil se hace en estos tiempos, en paralelo al fenómeno de la globalización de los roles.

Entonces ¿Cuál es el desafió de la Persona de hoy en día?.
Su verdadero desafió entonces, es el redescubrimiento de aquellos contenidos que se encuentran en lo más profundo de su psique (o alma) y que esperan ser redescubiertos. El encuentro con su propia individualidad implica un camino de apertura a la liberación de todos los condicionamientos dados por esta cultura globalizada y que en el mismo paso a este descubrirse hay un doloroso . Sí debe tener presente que no es un paso simple, pues la conciencia tan arraigada en su representación externa, sufrirá al ver el abismo que separa su mascara personal de su individualidad.

Nos habla al respecto Carl G. Jung (1971): “Estas identificaciones con el rol social constituyen por lo demás una fuente abundante de neurosis: no es sin desgaste y sin ser cruelmente castigado que el hombre puede alienarse de sí mismo en beneficio de una personalidad artificial. Ya la menor solicitación respecto al hombre interior en este sentido y el menor abandono del hombre exterior a tal curso determinan, en todos los casos banales, reacciones inconscientes, humores, afectos, miedos, representaciones obsesivas, debilidades o vicios. El hombre que en la vida social se presenta como “hombre fuerte”, ”hombre de hierro”, es muy a menudo en la vida “privada” como un niño de cara a sus sentimientos y sus estados de ánimo: la disciplina que muestra (y que, particularmente, exige de los demás) se encuentra, en el plano privado, vergonzosamente y caricaturalmente contradicha y desmentida. Su “vamos al trabajo”, su “disponibilidad profesional”, su “amor al deber” tienen un rostro melancólico; su “ejemplar” moral oficial tiene rasgos muy singulares cuando se levanta la máscara. Y nos referimos aquí menos a los actos que a los movimientos de la imaginación... En la medida en que el mundo solicita insidiosamente al individuo que se identifique con su máscara, y en la medida en que el individuo sucumbe a estas seducciones, será librado a las influencias que emanan del mundo interior, y será su víctima con mayor frecuencia...”.

En lo que retrata C. Jung encontramos un punto clavé a la hora de buscar el para qué de la individuación y la consecuente separación con el fenómeno de la globalización de los roles.

La individuación no es un fenómeno que se pueda buscar en un momento determinado de la vida, sino más bien, la individuación misma es la que nos busca durante todo el periodo de nuestra vida, como dice Jung (1971), al identificarnos fielmente con la mascara de la persona, dejamos a ciertos contenidos de la individualidad, (arraigados en nuestro inconsciente personal) que pugnen por salir a la superficie de la conciencia, es así como aparece la neurosis, enfermedades físicas, estrés, depresión y un sin fin de sintomatologías como sinónimo de nuestra psique que busca expresarse y salir de esta falsa fachada que nuestro yo a decidido ocultar para poder moverse mas fácilmente en su rol social.


Referencias:

•Jung, C. G. (1971) La “persona” como recorte de la psique colectiva P.48. En Jung, Las Relaciones entre el yo y el inconsciente. Barcelona, España: Paidós.

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