Introducción

El blog tiene la intención de esparcir conocimiento en áreas como la psicología, espiritualidad y misticismo, la información tendrá como fuente autores relacionados con las temáticas anteriormente señaladas, ademas de mi propia autoria. La finalidad no es dar información o conocimiento que yá se conoce sino contribuir con el mismo según mi propio trabajo y reflexión ,por su misma naturaleza las palabras expresadas serán de un aliento hipotético, sin fin de absolutismos ni caracteres de verdades únicas.Que este blog contribuya no solo al autoconocimiento, sino a la reflexión de cada uno de los lectores, en planos tan altos como el espiritual hasta el tan cotidiano terrenal.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Introducción al Árbol de la Vida Cabalistico. Parte 1.

La cábala proviene del judaísmo y corresponde a las enseñanzas místicas del antiguo conocimiento y sabiduría que entregaban los maestros a sus discípulos para perpetuar el verdadero conocimiento acerca del microcosmos (hombre) y el macrocosmos (universo). Kabbalah significa “tradición” en hebreo ya que en un inicio este conocimiento se transmitía de generación en generación a través de la comunicación oral. Hoy en día la Kabbalah se divide en cuatro formas o prácticas de conocimiento: la Kabbalah Literal, la Kabbalah Práctica, la Kabbalah Dogmática y la Kabbalah No-Escrita, esta última consiste en el estudio del Árbol de la Vida, el cual es la base estructural de este trabajo. El árbol de la Vida es una forma de enseñanza esquemática y de una alta complejización de entendimiento sobre la conformación del cosmos, representado en 10 esferas o “sephirots”. Estas esferas vienen a ser cada uno de los estadios de conciencia que posee el hombre en su interior y definen diferentes planos de existencia con su correspondiente nivel de conciencia.

La Kabbalah

¿Quiénes fueron, pues, los primeros cabalistas que idearon ese plan? Los Rabbis están unánimemente de acuerdo en que fueron los ángeles. En otras palabras, que fueron seres pertenecientes a otro reino de la Creación de la humanidad quienes dieron al Pueblo Elegido su Kabbalah. Para la mentalidad moderna esto puede parecer tan absurdo como el cuento de que los niños nacen debajo de las coles pero si estudiamos los muchos sistemas del misticismo que se conocen en la religión comparada, encontraremos que todos los iluminados están de acuerdo en ese punto. Todos los hombres y mujeres que hayan tenido una experiencia práctica de la vida espiritual nos dirán lo mismo, esto es, que han sido enseñados por Seres Divinos. Y seríamos muy tontos si negáramos el testimonio de tan numerosos testigos, especialmente si nosotros mismos no hemos tenido ninguna experiencia personal de los estados más elevados de la conciencia.” Dion Fortune 

Comenzaremos dando una breve descripción de los tipos de Kabbalah existentes desde la perspectiva de Dion Fortune en su libro “La cabala Mística”. Los 4 tipos de Kabbalah son:

1. “La Kabbalah Práctica”, que trata de Los talismanes y de la magia ceremonial.

2. "La Kabbalah Dogmática", que está compuesta por toda la literatura cabalística.

3. "La Kabbalah Literal", que trata del empleo de Las letras y de Los números.

4. "La Kabbalah No-Escrita", que se compone del debido conocimiento acerca de la forma en que están ordenados los sistemas simbólicos en el Árbol de la Vida.

Esta última es la que desarrollaremos en el presente trabajo.


La Kabbalah no-escrita

Se basa principalmente en el estudio del diagrama denominado El Árbol de la Vida y de ciertas series de símbolos distribuidos en cada una de sus situaciones. Trabaja de forma que sus conceptos no se pueden conocer mediante el raciocinio que utiliza un estudiante de ciencias naturales, sino que se remonta a la experiencia misma del trabajo en meditación de sus símbolos y letras. No funciona con conceptos deterministas, sino que el experimentador utiliza los datos recogidos con la experiencia y el fenómeno mismo del contexto para poder determinar su funcionalidad y su impacto en la realidad  

(El fenómeno de la meditación al igual que otras prácticas y ejercicios espirituales tienen su fundamento en lo que la persona logra al fin en su ámbito cotidiano de la realidad inmediata, en sus actos y decisiones en su vida. La mayoría de las personas piensan que por estar horas meditando o haciendo yoga, lograrán su ascenso a niveles espirituales, siendo esta una de las mayores aberraciones ocurridas en distintos estudiantes de ocultismo.)

 Todo símbolo posee su poder en su composición y energía psíquica que trae consigo, no en el pensamiento o concepto que formamos de él, al contrario, su función está determinada por la fuente que lo creó, por lo que la conciencia del individuo tiene poco papel como protagonista. Es su inconsciente la fuente de todo símbolo; y al experimentar un símbolo compuesto como el Árbol de la Vida el sujeto está llevando a su psiquis un símbolo que pertenece a lo colectivo o lo que Jung llamaría, el Inconsciente Colectivo (1990), aunque en nuestro tema cabalístico, este símbolo nos lleva a experimentar una realidad de planos espirituales, más que netamente psíquicos y conceptuales. Así nos habla Dion Fortune (2001):

“Así ocurre también con el sistema de notación de la Kabbalah. Las cosas que ofrece no son pensables y, sin embargo, al ir de un símbolo a otro, se desenvuelve y piensa en ellos; y aunque tengamos que contentarnos con mirar como a través de un cristal empañado, sin embargo tenemos la esperanza de que, ultérrimamente, podremos ver las cosas cara a cara, porque la mente humana se desarrolla con el ejercicio, crece, se expande, y lo que al principio parece incomprensible como las matemáticas superiores lo son para un niño que no puede ni sumar, finalmente se llega al punto en que se alcanza la plena realización. Pensando sobre una cosa nos formamos conceptos sobre ella”. (p.15)

Además de la importancia simbólica que destacamos, no podemos dejar afuera la consecuente relación de símbolos que se establecen en el Árbol de la Vida. Pues como una unidad aislada no es sino una parte de la totalidad y no se define más que a sí mismo y es justamente lo que queremos evitar al intentar experienciar con el Árbol.
Este símbolo compuesto toma diferentes interpretaciones según el plano en que se situé, y más aún su confluencia con otros símbolos abrirá una puerta a nuevos mundos y consecuentemente a nuevas realidades y a nuevos estados de conciencia. Así este diagrama del alma humana es el universo en cada uno de nosotros, pues estas imágenes universales tienen sus respectivas correspondencias anímicas y psíquicas en cada hombre.

Diríamos: como son las estrellas al cielo, son los símbolos para el sí mismo en el hombre. Y de esto se ocupa la Kabbalah no-escrita o el tan mencionado Árbol de la Vida.



*Continua en próxima entrada.

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Referencias:

-  Fortune D. (2001), Kabbalah Mística, [ebook] Editorial Kier. Obtenido el 20 de febrero de 2009, desde:  http://www.samaelgnosis.net/libro/pdf/cabala_mistica.pdf

-Jung C.G. (1990) Las relaciones entre el yo y el inconsciente. Barcelona: Paidós.