Introducción

El blog tiene la intención de esparcir conocimiento en áreas como la psicología, espiritualidad y misticismo, la información tendrá como fuente autores relacionados con las temáticas anteriormente señaladas, ademas de mi propia autoria. La finalidad no es dar información o conocimiento que yá se conoce sino contribuir con el mismo según mi propio trabajo y reflexión ,por su misma naturaleza las palabras expresadas serán de un aliento hipotético, sin fin de absolutismos ni caracteres de verdades únicas.Que este blog contribuya no solo al autoconocimiento, sino a la reflexión de cada uno de los lectores, en planos tan altos como el espiritual hasta el tan cotidiano terrenal.

jueves, 26 de mayo de 2016

Entre psicodrama y psicología analítica





Un encuentro de a dos: ojo a ojo, cara a cara,
y cuando estés cerca arrancaré tus ojos
y los colocaré en el lugar de los míos
y tu arrancarás mis ojos y los
colocarás en el lugar de los tuyos,
entonces te miraré con tus ojos
y tú me mirarás con los míos.”
(Moreno, 1995, p.15)

La función simbólica y las técnicas expresivas

La actitud simbólica está referida a la capacidad del ego para poder adoptar una postura hacia los contenidos de la psique, que fomenten una relación de cooperación con respecto a lo que emerge desde lo inconsciente (Byington, 2009; Dieckmann, 1990). Para poder incorporar los contenidos que el ego percibe a través de un objeto interno o externo, este adopta una actitud particular en como significa esa experiencia. Esta traducción del estímulo o imagen que alcanza a la conciencia puede ser tomada de manera literal, concreta y objetiva, dentro de lo cual las posibilidades de interpretar cierta vivencia puede ser reducida a lo que el yo interpreta de ello. Sin embargo, una actitud simbólica involucra que esa misma vivencia puede adoptar significados y una comprensión muy diversa y desde muchas aristas diferentes, ya que al ser considerada por el yo desde una interpretación subjetiva, esta puede adoptar diversos significados, pudiendo ser amplificada la experiencia más allá de lo que concretamente sucedió (Dalett, 1984). Por ejemplo, un sueño donde la persona ve que un camión se acerca por la carretera y este camión se cae por el barranco y el soñante despierta muy asustado. Pudiera este hecho ser interpretado de dos maneras diferentes. Una tomar el sueño de forma objetiva y concreta donde el soñante piense efectivamente que en algún momento pudiese verse enfrentado a un accidente automovilístico con un camión. Si esa vivencia onírica, es observada por el ego de manera simbólica, el sueño adopta una complejidad aún mayor, lo que aparece en el sueño no es reducido a la interpretación literal, sino más bien es circunvalada por el ego. Observa como el conjunto de símbolos que aparecen en el sueño como el camión, la carretera, la sensación y emoción del soñante, los colores, momentos del día en el sueño, entre otros elementos, permiten que el ego pueda extraer de esa vivencia un conjunto de significados ampliados y que relacionados entre sí, configuran la totalidad del sentido del sueño, desde qué significa para el ego, los símbolos que emergen. Esto puede ser llevado a cabo a través de los sueños, de una manera particular de moverse, de una pintura, de un conjunto de colores, de sonidos, de un poema y de imágenes mitológicas entre otras manifestaciones.

Desde este punto de vista, las técnicas expresivas, nos permiten hacer esta conexión para que emerjan contenidos desde lo inconsciente y el ego advierta la posibilidad de ampliar los significados que atribuye a su experiencia interna, viéndose enriquecida la posibilidad de sentido a su vivencia a partir de esta actitud simbólica.
Uno de los métodos que últimamente han emergido dentro del campo de la psicoterapia que intenta unificar la relación entre la función simbólica y la expresión corporal como puente en la elaboración de conflictos internos y relacionales ha sido el psicodrama arquetipal, también denominado, psicodrama individuativo, psicodrama analítico-sintético, o de orientación moreneano-junguiano. (Fernández, 2013).
Este método según Fernández (2013) se caracteriza principalmente en la elaboración simbólica que hemos tratado con anterioridad y en los arquetipos, “utilizando la amplificación de imágenes que van surgiendo en el transcurso del procedimiento psicodramático” y que “permiten hacer contacto con lo irracional del inconsciente y romper con la racionalidad y el intelectualismo” (p. 31).
Siguiendo a la autora, esto es generado gracias a la comunicación de experiencias íntimas de un protagonista, que hace de emergente grupal, en cuanto la historia de su propio mundo interno es expresada en el grupo a través de la acción y en donde los yo auxiliares, es decir, las demás personas que participan como testigos o como dobles de la escena, pueden ir generando su propia catarsis o elaboración de temáticas que hablan a la vez de su propio mundo interno y relacional.
Sin embargo, ¿cuál es el papel que cumple el cuerpo dentro de todo esto?
Desde la psicología analítica, es considerada la sanación en el momento en que la personalidad del individuo puede continuar con su proceso de individuación, sin que ciertos complejos personales ejerzan una influencia tal en la conciencia, que este se vea paralizado, limitado en la expresión sana de sus posibilidades de desarrollo. Es por esto, que el trabajo de psicoterapia involucra la elaboración de experiencias que han quedado fijadas en la psique y que muchas veces sustrae la energía disponible en esta para poder continuar creciendo y desarrollándose. Estas vivencias alojadas en los complejos implican la necesidad de poder contactarse con contenidos de lo inconsciente de una manera que sean tolerables y posibles de elaborar por el yo, ya que si esto no sucede y los elementos que emergen del inconsciente resultan muy amenazantes para la personalidad, este hará que emerjan mayores defensas psíquicas y no se pueda elaborar los contenidos necesarios. Las técnicas expresivas, posibilitan acercarse a contenidos inconscientes de una manera que propician el movimiento de la conciencia y del yo de una manera paulatina (Sassenfeld, 2010), menos amenazante si estas son llevadas a cabo cuidadosamente, ya que por sí solas, las técnicas expresivas no generan la elaboración de la conciencia respecto al contenido inconsciente, sino que estas deben ir acompañadas de un espacio y lugar donde el yo se sienta “cómodo” para entrar en la experiencia.

Podríamos considerar este espacio a modo de un themenos, lugar que en la antigüedad era considerado un espacio sagrado de unión con lo trascendente. En la psicoterapia este espacio está dado por el setting o lugar en donde se realiza el proceso de psicoterapia. En cuanto al psicodrama este themenos analítico “es el espacio sagrado, reservado para la representación de las escenas” (Fernández, 2013, p. 32). En psicología analítica vemos como este themenos Jung lo denominó como el campo transformativo, en donde la relación terapeuta-paciente se da tanto en los ámbitos conscientes como inconscientes. Sabemos al respecto, que a lo consciente hacemos alusión a todas las emanaciones de la psiquis, ya sean, expresiones en forma de actitudes y reacciones hacia sí mismos o hacia el mundo que conocemos de nosotros mismos (Stein, 1984). Sin embargo, en el campo de lo inconsciente emergen continuamente contenidos en donde ni paciente ni terapeuta alcanzan a percatar que es lo que está sucediendo entre ambos, desde ahí que la transferencia sea mutua, y el concepto de campo transformativo sea un mejor concepto para definir lo que sucede en una escenificación psicodramática.

Referencias:


  • Byington, C. (2009) Introducción al Estudio de las Técnicas Expresivas por la Psicología Simbólica Junguiana en Psicopatología Psicodinámica Simbólico- arquetípica 2 Montevideo: Prensa Médica Latinoamericana, p. 103-123.
  • Dieckmann, K. (1990) Methods in Analytical Psychology Illinois: Chiron Publications: Cap.13: Active Imagination, pags. 183-191.
  • Fernández, N. (2013) Psicodrama Arquetipal. Edit. Escuela venezolana de Psicodrama. Caracas, Venezuela.
  • Moreno, J.L. (1995). El Psicodrama, Terapia de acción y principios de su práctica. Editorial Lumen. Buenos Aires: Argentina.
  • Sassenfeld, A. (2010) El Lenguaje del Cuerpo como “Técnica Expresiva” en la Psicología Analítica. En M. Abalos (Ed.), Aportes en psicología clínica analítica junguiana (pp.129-143). Volumen III. Santiago de Chile: Universidad Adolfo Ibáñez.
  • Stein, M, (1984) Junguian Analysis London: Shambhala. 

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